Para la construcción de la estrategia corporativa es necesario entender en qué consiste el negocio y hacer explícito si dentro de la organización existen uno o varios negocios. Esta situación nos la ayuda a resolver la configuración.
La configuración se refiere a la escogencia de las industrias en las que una corporación decide competir. Así mismo conlleva a la alineación de los recursos internos de la compañía que contribuyen a la ventaja competitiva de cada uno de los negocios. Se considera el sistema de creación de valor que detalla cómo pararse para ganar en el mercado y es consistente con el tema dominante o propósito.
La elección de la industria es crítica para el éxito a largo plazo de la estrategia, ya que el mejor predictor del resultado de la empresa es la rentabilidad de las industrias en las que compite.
Lo más importante de una configuración es lo siguiente:
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Debe estar definida desde el mercado, no desde la oferta
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Define en qué negocios estar y ganar, y de cuáles salir
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Tiene en cuenta las variables del mercado y responde de manera potente a las condiciones actuales y futuras
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Debe dar autonomía e independencia a las unidades de negocio
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Debe crear sinergias entre las capacidades que comparten las unidades de negocio
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